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lunes, 30 de agosto de 2010

Dobles a Piedra Diamante y a Puerto Sauce (ROU)

Dos regatas muy parecidas en los resultados. Los resultados parecidos porque en las dos sumamos pocos puntos, y distintas por las condiciones meteorológicas.
A Sauce fui con Junior Cosentino y a Sauce con César Espigares, ambos corrían por primera vez en dobles en el Tinto, pero ya tienen varias millas en el barco corriendo con tripulación completa y sin "corriendo" también, con lo cual ninguno tuvo problemas a la hora de las maniobras.
Sábado 14 de agosto Junior me busca temprano y a las 8 estamos en Dársena, donde estaba el Tinto desde el día anterior,  para los preparativos de último momento y la clásica pasada de maniobra y recorrida de spis. Día típico de agosto, fresco, con sol y un viento del SSE de algo más de 15 nudos para arrancar.
Hicimos una muy buena largada desde el km. 18 del Mitre, por el medio de la línea y sobre el top ciñendo hasta el par del 14 que era marca , donde llegamos detrás del Nico y al lado del Sureño que quedó rápidamente atrás cuando al izar el spi puso en la driza uno de los puños de escota y le quedó al revés! Los improperios del Sr. Comodoro del YCA que oficiaba de proel en ese momento todavía retumban dentro de la fría cavidad de la metálica boya (pura poesía para relatar lo que puteaba el cristiano!) cosas que le pasan a cualquiera en las regatas de dobles.
Globo arriba apretado y directo y rápido hasta Piedra Diamante donde después de una excelente arriada abrimos genoa y viramos primeros la baliza.
Le sacamos 9 minutos al Nico que viró en segundo lugar, y todo pintaba perfecto hasta que...se empezó a caer el aire y ahí empezamos a jugar con izábamos el globo...lo arriamos...lo izamos...lo arriamos, y siempre mirando para atrás como se nos acercaba toda la flota, en especial el Nico y todos los chicos y livianos.
Así hasta que en el Mitre, y a escasísimas millas de la llegada en Dársena nos pasa el Nico! Había que hacer nuevamente la imposible, que era irse orzando con el globo a tierra y trabuchar y trabuchar esperando que rindiera más que la popa redonda del Nico. Cuando le cuento mi estrategia a Junior casi me mata porque ya no le daban ni los brazos, ni las piernas ni las ganas de seguir laburando, pero obediente con su Capitán nos fuimos a tierra orzando. Resultado: si nos sacaba 3 minutos, nos terminó sacando 8 en la llegada. Claramente la estrategia no pagó, pero algo había que inventar! Una vez más!
Entrada muy lenta sin viento en el puerto y llegamos atrás del Nico en el agua, y 24os. de 38 en la General y 4os. en la clase A.  Hemos tenido mejores resultados.

Sólo un par de semanas después, el 28 de agosto, corremos con César a Puerto Sauce, la primera regata de dobles organizada por el CNSE.
Largada del km 18 del Mitre, misma marca en el km 14, Punta Artilleros por babor para completar las aproximadamente 45 mn en el Puerto de Juan Lacaze.
Largamos a las 10 de la mañana, y llegamos a las 00:45...si! del día siguiente. El promedio de velocidad da ni más ni menos que 3 nuditos de promedioooooooooooooo.
No puedo contar todo lo que pasamos en estas 14 horas porque se haría largo como la regata, pero algo de pimienta hay que meterle.
 Largada razonable del Tinto, la Comisión de Regata que avisa claro por VHF que hay 2 barcos pasados, y nadie vuelve, y nunca más se supo de ningún comentario. Mmmmmmm...dudas. Muchachos, no perdamos el yachtmanship, como dicen los British!
Ceñida hasta la 14 y apenas derivada con rumbo a Sauce, a razonables 7 u 8 nudos que en muy poco rato se convertirían en la velocidad máxima de TODA la regata. De acá en más se murió el viento, y gracias a la bajante avanzábamos. Nos metíamos en nubes de niebla, salíamos, nos metíamos otra vez y así varias horas. Lo que sería la regata que hasta cociné unos Patys con queso y papas fritas, de aburrido que estaba nomas. Nos turnábamos con César para sostener el timón para que la corriente empujara al Tinto. Y pensar que el pronóstico eran unos 10 a 12 nudos del NE que nos llevarían como señoritas.
Las luces de Sauce las estuvimos viendo desde las 8 de la noche hasta que entramos, y a las últimas 4 millas con corriente en contra  las hicimos en 3 horas!! Agotador!!
Cruzamos la línea de llegada con la lancha de CR navegando(sí, es cierto, navegaba) a las 12:30.
Con semejante bajante no había agua en el muelle, y terminamos en una boya al borneo, pero a escasos 15 metros de la escollera interna. Acomodamos las velas y cabos, y desembarcamos a comer unos ravioles caseros en el Club de Yachting y Pesca Sauce que eran una maravilla. A la vuelta empezó la cosa!
Lo que sí estaba en el pronóstico, y a la hora exacta era un Pampero de 40 nudos, que se transformaron en 45 adentro del puerto! Por suerte habíamos pasados 2 cabos por el arganeo de la boya, más un tercero por la cadena.
Cuando empezó a soplar, y el Tinto se puso proa al viento, la popa quedó a nada de la escollera, y me dio tanto miedo que el muerto de la boya garreara que me quedé despierto con el motor prendido hasta las 5 de la mañana sentado debajo de la chubasquera mirando llover y mirando hacia atrás para ver "si se acercaba la escollera", y abrigado hasta los dientes. Aflojó el viento y a dormir después de 22 largas horas.
Amanecimos temprano, desayuno Tinto, y salimos de shopping por Juan Lacaze con Juan y Eduardo del Indígena2. Compramos las húngaras, frankfurters, morcillas dulces y otras exquisiteces uruguayas y nos fuimos a almorzar una tremenda cazuela de pollo al Tinto.
El Indígena2 decide quedarse en Sauce y a las 15:30 salimos con César rumbo a San Isidro, donde después de una increíble navegada en franco llegamos a las 21:30. A diferencia de la regata, éste promedio nos dio cerca de 10 nudos! Una de cal y una de arena.