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martes, 19 de julio de 2016

Regata Triángulo del Río de la Plata ex 500as millas



 

Regatas desafiantes hay varias,  pero dudo que alguna tan difícil como las ex 500s millas,  ahora Triángulo del Plata muy bien organizada por el YCA. Larga, dura, en dobles, y en invierno. Noches larguísimas y días muy cortos, de hecho hay más de 14 horas de noche y menos de 10 de luz de día, de las cuales sólo 4 o 5 deben calentar, y poco. Pero como dice el dicho...si te gusta el durazno, bancate la pelusa.
Con Miguel corrimos en el Tinto la Buenos Aires - Río de Janeiro del 2014, y quisimos correr las 500as del año pasado que se suspendieron,  asique desde ahí que veníamos con ganas.
Repartimos un poco los preparativos, aunque por falta de tiempo esta vez la parte culinaria, tan importante en el Tinto quedó en manos de Miguel, su mujer, madre y hermana, y la verdad, hicieron un trabajo increíble!!  todas las comidas en bandejas de aluminio etiquetadas y congeladas,  un lujo!
Yo reparé algunas cosas que siempre hay que repasar en cabos, jarcias, etc., y a Dársena Norte a esperar la largada el viernes 8 de julio a las 12.
Once barcos en la largada, un número bastante razonable para estas regatas, divididos en dos grandes grupos, uno de los barcos más  grandes y el segundo de los de menos de 31 pies, aunque varios de ellos de buena velocidad. El pronóstico de poco frío para la época, aunque de vientos leves en todo el recorrido,  algo que al Tinto no le gusta demasiado. 
                       
  Largamos razonablemente bien, en el grupo de adelante y con genoa1 y vientos 10 nudos de través. A los 5 minutos íbamos al genaker,  más conocido abordo como Gozila, por su enorme tamaño. Pasando La Plata se prestó arribamos Gozila e íbamos al globo grande, ya que además el viento amainaba. Para variar...pregunto: Miguel no sentís una vibración?  No. Y ahora? Sí siento un poco,  me contesta. Al minuto la vibración se transformó en un golpeteo en el caso que aceleraba y desaceleraba con la velocidad. Conclusión... Nos enganchados no sólo un trasmallo sino que además trae una boyita agarrada que nos golpea. Abajo el globo y a frenar el barco que venía a 8 nudos. Cazamos la mayor  contra amurada hasta que pudimos navegar marcha atrás, y con la primera prueba hacia adelante lo habíamos perdido , al trasmallo y 40 minutos de regata también. Otra vez izar el spi, no sin antes recorrerlo.  A la hora, abajo el globo y arriba Gozila , y abajo Gozila y arriba  el G1 y abajo y arriba el globo mediano que se quedó arriba toda la noche y toda la Bahía de Sanborombón. Agotados pero todas las maniobras salieron impecables, inclusive la marcha atrás.
Para compensar el esfuerzo nos comimos un tremendo pastel de papas producción de la familia Aldatz.
 La Torre Oyarbide,  que era marca de regata la viramos a las 22:00 con una noche negra y fría,  que hacía ver la casilla como un fantasma en la mitad del río.

La noche fue fresca y aburrida, pero con un cielo totalmente estrellado porque no había nada de luna.  Muy  Poco viento para el cruce de la bahía,  y la hicimos con el spinaker  mediano, cuando debiéramos haber izado el grande, pero son de esas decisiones que a la noche cuesta tomar. Perdimos  muchas millas respecto a los barcos grandes entre trasmallo y globo mediano y amanecimos delante de la flota de los chicos, pero muy atrás de los grandes.
Impresionante el amanecer!
Desayuno Tinto (café con leche, huevos a la manteca, tostadas, queso, yogur, etc.) y a cambiar el globo mediano al grande. En una de las trasluchadas se nos enganchó  el tangón en la base del spi grande y se rifó, pero nada que no se pudiera seguir usando. En la primera arribada lo encintamos y a la bolsa.
Viramos la boya de Punta Rasa a las 11am con varios barcos alrededor y el GC122 de la PNA de Gral Lavalle que amablemente nos recibía.  5 barcos viraron la marca adelante nuestro. Flojos.
Buen almuerzo de un riquísimo pastel de pollo y zapallo, también de la señora Aldatz. No sé si la próxima vez no debiera invitar a la Mamá de Miguel!
Rumbo 50 con un lindo viento del N de 16 nudos que nos permitió caminar rápido hacia Punta del Este y recuperar algunas millas hasta  que a las 5 de la tarde se murió y otra vez a 5 nudos.    
Para calmar los nervios de la calma,  valga la redundancia, nos comimos unos tostados de jyq.
Si el amanecer había sido impresionante el atardecer fue increíble.
Son las 6 y media y ya es de noche y se puso frío; mucho más frío que ayer. Debe ser la brisa del Atlántico. Cada vez menos viento y empezamos a caminar a 2 nudos, es desesperante. Estamos a la altura de la rada de Montevideo y parecemos tan fondeados como todos esos buques gigantes que esperan su turno para entrar a puerto.
Hay tan poco que inventar en cubierta que nos  hacemos un copetín y ponemos un poco de música. Miguel no conocía Halconizados de Amor asique salió cumbia e historias un buen rato.

Por suerte la corriente es a favor y estoy seguro que de los 2 nudos que caminamos 1 es de corriente. Bifes a la aceitunas con arroz. No lo había probado y queda bárbaro. Una especie de bifes a la portuguesa pero con una salsa de aceitunas riquísima. Miguel hace la primera guardia y me toca  la de las 2 de la mañana. Que fresqueteeeee, y encima todo mojado por el rocío y a 2 nudos. Parece que la corredera estuviera soldada en ese número.  Que cantidad de estrellas!!!! La luna ya se puso, para mí que le dio frío y se fue temprano. Inteligente ella. 
Vuelvo a las 6 de la mañana después de haber dormido unas excelentes 2 horas más un ratito que me regalo Miguel. Muy reparador. Salvo un flor de amanecer nada más pasaba. Nos acercábamos a Punta del Este.  Evidentemente tan mal las cosas las hicimos durante la noche, porque tanto el Tata como el Lihuen llegaron junto a nosotros a Gorriti.
Nos agarró tremenda calma y encima con corriente que nos tiraba a las rocas del puerto. Borde para un lado, borde para el otro para tratar de alejarnos de las rocas. Prendemos el motor por precaución con la esperanza de no tener que usarlo. Más de la mitad de los veleros flotaban entre Gorriti y el puerto como si estuviéramos en una pileta.
Lamentablemente no pudimos zafar y a solo 20 metros de las piedras pusimos motor durante 2 minutos a 1.000rpm y con la dirección contraria a la que debiéramos ir. Ahora tendremos que esperar a la comisión de regatas si nos descalifica o nos multa con tiempo. Una lástima porque veníamos haciendo una buena recuperación después del trasmallo, pero tampoco íbamos a dejar al Tinto en las piedras por una  regata.                                                                                        
De todas maneras con el ánimo arriba y después de 15 bordes más logramos salir junto a toda la flota de la isla,  y rumbo 270 a Buenos Aires.  Otra vez el viento flojo, primero el genaker  y después el spi grande. Ya dejamos de contar las veces que izamos y arriamos estas velas, eso sin contar recorrerlas y guardarlas en sus bolsas. Recuperamos el hierro consumido con unas buenas lentejas.
Miguel se tiró a descansar un rato y vengo llevando el globo en la mano para sacarle al barco 3 nudos... un espanto, la única compañía son 3 lobos marinos que juegan a mi estribor.


Toda la flota empezó a orzarle a la calma a partir de Piriapolis, y nosotros nos mantuvimos en el trak directo a Flores. La estrategia pagó, y cuando el viento empezó a refrescar, junto con la temperatura, teníamos menos millas para recorrer y llegamos a la isla detrás del Fuga y el Tata, ya en tercer  lugar.
A buena velocidad y todavía con el globo grande pasamos Flores por afuera, el emisario y Montevideo, donde se empezó a negar y arriamos para seguir con el G1. Pasamos al Tata y tenemos a la vista al Fuga.
A la salida del cerro de Montevideo la clásica decisión de ir por el trak directo a Dársena, o por la costa uruguaya. Fuimos por la costa esperando que el viento rotara del NE al E y empezara a amainar a la mañana. Con algo de señal logramos conectarnos a los posicionadores  y vemos que navegábamos delante de toda la flota…impresionante!
  
Navegamos bien y rápido toda la noche y a media mañana estábamos en Colonia ya con muy poco viento y cielo nublado.  Flotando de a poco, y sin el NE que esperábamos y con un Sur que no esperábamos y a menos de 2 nudos tratamos de acercarnos a Buenos Aires, y así toda la tarde.
Pasaron las horas muy de a poco y al atardecer estábamos a pocas millas del canal Mitre, donde llegó lo peor.  Tan poco viento y tanta corriente nos hacía tirar bordes de 180 grados, horrible! Un borde a La Plata y otro a Colonia, y siempre a la misma distancia de la llegada en Dársena. En un momento se empezó a prestar, y más y más y arriba el globo con 4 nudos de viento. Al mismo tiempo de la izada veo una nube convectiva y fea y le aviso  Miguel…ojo que no pinta bien…2 minutos después teníamos 20 nudos de jeta y el spi izado! Una penitencia! La arriada fue muy buena y los 20 nudos duraron 5 minutos y volvimos a los 4, con los que llegamos a la boca del puerto, para después de flotar durante todo el antepuerto y cruzar la línea de llegada a 1 nudo de velocidad y  a las 22:59 y después de casi 83 horas de regata.
Gracias a Miguel Aldatz por la compañía, a los demás participantes de este primer Triangulo del Plata, la PNA y su acompañamiento, la PNN y sus controles, el YCA y su organización. Nos vemos en la segunda edición 2017!!




  


Videos:

https://www.youtube.com/watch?v=DymPdBlC2Zk&feature=youtu.be

 https://www.youtube.com/watch?v=yQMTltlM4eE&feature=youtu.be