Después de arribados, descanso de toda la tripulación y excelente asado al día siguiente en lo de Gimenez Senior y Sra al que hicimos entrega de la nueva remera del Tinto (Beatríz prometo entregártela en Buenos Aires, y quien nos degustó con húngaras, morcillas dulces y carnes varias que compitieron con la cocina de Peter, al que extrañaríamos sobremanera a la vuelta.
Los primeros días en Punta del Este con muy mal tiempo, que aprovechamos para hacer mantenimiento general del barco. Nos quedamos abordo toda la semana César, Gustavo, Joaquín, Martín, Alfredo, Richie y yo. El miércoles apareció Sol, a la que no conocíamos, y además de ser una excelente personita, nos hizo comportarnos como seres humanos; no más wimpies ni cuaquis. Tomás también llegó el miércoles pero de puro bacán se fue a un depto con la mujer y aparecía sólo un ratito por día cuando olía que no habría nada que hacer. Un gentleman. Richie desarmó los dos molinetes grandes que estaban empastados y después de bañarlos en kerosene y limpiarlos con cepillo de dientes pieza a pieza volvió a engrasar, y a armar sin que le sobrara ninguna pieza. Creo que hasta el se asombró de eso!
Martín se trepó por enésima vez al palo y pudimos pasar el cable del anemómetro y hacerlo funcionar después que Alfredo pelara los cables y los conectara a la bornera. Joaquín dejó las sentinas en impecable estado, mientras su padre, Gustavo, se limitaba a preparar mate y pensar en alguna excusa para "volver" a ir al supermercado. César y los trapos un sólo corazón, como siempre, y yo me cocí todos los cabos que encontré a mano.
Mucha fraternidad en el puerto con la gente del Shadai, del Nautico, del Quark (ambas tripulaciones, la del puerto y la de regata), Fyord VI, y por supuesto las tripulaciones de Moby Dick.
Unica salida embarcados de TODA la semana fue el jueves donde hicimos unos ricos chorizos en la parrilla de abordo fondeados en la parada 2, y después una lindísima navegada con larga ola de mar a la isla de Lobos. Excelente.
Y se acabaron las vacaciones y hubo que volver a llenar el barco de vituallas y prepararse para largar a Buenos Aires con parte de la tripulación renovada.
Volvíamos los mismos César, Richie, Martín, Alfredo, Gustavo, Joaquín, el Polaco, yo, y se sumaban Santiago Gimenez, Toto Silveyra, y Sol Massera, gran navegante y la presencia femenina que necesitábamos para humanizar el barco.
Viernes 5, 18 horas. Pronóstico muy suave para toda la regata, inclusive unas proas a partir de Montevideo. Pa`variar…nada que ver.
Largamos los 70 y pico de barcos en una única y prolija largada hacia Banquitos por babor. Muchos con spi, y el Tinto con G1 hasta la boya, y después de desenredar la escota del G1 del enrollador, izamos spi y empezamos a caminar fuerte sobre Gorriti, cuando el 90% de la flota elegía la costa de la Mansa. Tan fuerte que después de pasar al Horizonte quedamos solos detrás del Fortuna III.
El viento empezó a aumentar hasta unos 20 nudos de popa, y empezamos una carrera con spi hasta la isla de Flores a unos 10 A 11 nudos sin aflojar nunca. Montamos la marca de Flores detrás del Fortuna y al lado del Matrero, al que pasamos antes del cerro de Montevideo. Toda la tripula haciendo banda hasta Montevideo en una noche increíble!
En el Emisario arriamos spi y con G1 y mayor con 1 rizo abierta empezamos a volar con 25 nudos hacia la costa Argentina. Grave error no habernos mantenido sobre la costa uruguaya.
El Tinto parecía una lancha, bigotes en la proa y una estela en popa que parecía salida de las películas de la Volvo. César batió el record con una máxima de 12.4 nudos.
A la carrera toda la noche para amanecer a la altura de Atalaya, record total. A partir de la costa, calma total, y lo poco que empezó a soplar empezó de proa! Bienvenidos al Río de la Plata y sus vientos predominantes de proa!
Pedro no vino pero igual la cocina y el bar se mantuvieron muy activos, con unas tartas y milanesas de la Tienda Inglesa muy buenas, y los clásicos frankfurters de Schneck, otra de las delicias uruguayas.
Borde por la costa, borde al medio, borde por la costa, borde al medio, y así hasta pasar La Plata, desde donde se franqueó un poco y a 3 a 4 nudos avanzamos lagrimeando con varios barcos grandes por detrás, entre ellos el Horizonte, el Quark, y el Big Bang. Al Matrero lo habíamos perdido, y para variar se fue a la costa uruguaya desde donde con un franquito entró como 2 horas antes que nosotros. No hay nada que hacer…la costa uruguaya SIEMPRE paga!
Llegamos flotando a Dársena a 1 nudo con el Big Bang y el Quark a apenas 1 minuto detrás nuestro. Por supuesto después de nuestra llegada a las 21:30 del sábado empezó a soplar el SE de la tarde que empujó a todos los barcos hacia la línea a muy buena velocidad. Ufa!
Conclusión…una noche inolvidable desde Piriápolis y hasta pasar Montevideo que seguro pasará mucho tiempo hasta poder repetirla! Terceros en el agua, y otra vez un corregido espantoso, pero parece ser así el Tinto nomás. Lo importante, una tripulación de primera que hizo banda toda la regata, y un grupo humano espectacular.
Hicimos lo que fuimos a hacer, corrimos bien, nos divertimos mucho, y cuidamos el barco. Las únicas roturas fueron el toque en la banda de la largada hacia PDE con el Mystico, y un amante de rizo que tuvimos que cortar porque se atoró en el ollao de la baluma de mayor en la regata de vuelta.
Gracias a todos y espero repitamos esta tripula pronto. Todas las fotos están en:
http://picasaweb.google.es/velerotinto/RegataBUEPDEBuquebus08