By Martín Corrales
55 ediciones de la Buenos Aires – Mar del Plata. Ingrid, Fjord II etc. etc. dieron el primer top de largada de esta hoy clásica regata, muy buena como entrenamiento de navegaciones mas largas. Si bien no deja de ser una regata costera, el aire oceánico se respira largando a Marpla,
Para después de la multitudinaria Rolex de Punta del Este, el calendario de regatas argentino nos brinda un plato mas oceánico: Esta edición hubo 21 embarcaciones en la línea de largada y las benévolas condiciones climáticas ayudaron para que no se registraran abandonos. Por otro lado es llamativa la estadística, 11 de esas embarcaciones corrieron en dobles, a las claras demostrando que cada vez hay más cantidad de buenos navegantes, o bien que cada vez es más difícil armar tripulaciones completas.
La tripula del Tinto quedó finalmente conformada por 8, Luis nuestro capi, Gus, Gaby, Richie y 4 representantes de arquitectura naval, Fredy, José Marcos, Esteban y yo. Lamentamos que Cesar tuviera que bajarse a último momento. Como de costumbre, todos congeniamos de puta madre. En la reunión de timoneles decíamos que de cumplirse la mitad del pronóstico la navegada ya sería un placer. Finalmente se cumplió al pie de la letra, lo que nos regalo con una regata de condiciones excepcionalmente agradables y que seguramente tardará mucho en repetir. Está dicho: sol, spi inflado, Tinto, mates y mar plana es una combinación que anda muy bien.
En general en el Tinto regateamos porque nos gusta sobre todo navegar; las regatas de crucero son un buen modo para aprender a navegar mejor. Y es verdad que disfrutamos tanto la ida con tripula completa como la vuelta en crucero y en conserva, con mucho piloto automático, minimizando maniobras y tratando de respetar las guardias a rajatabla, siempre pensando en estar descansados por si llega la necesidad de maniobras imprevistas.
Para no andar a las corridas, con Fredy llevamos el miércoles el barco a dársena, el top de largada estaba fijado para las 12 del mediodía del jueves 12 de febrero. En Dársena Norte instalaron los posicionadores satelitales e hicieron prolijamente en todos los barcos la revisión minuciosa de los elementos de seguridad, anticipadamente se iba notando la diferencia con la regata a Punta, 100 millas más de recorrido y mucha costa sin puertos de alternativa ameritan las precauciones. Como medida extra de seguridad dos guardacostas de la Prefectura Naval Argentina se alternarían para acompañarnos durante todo el trayecto.
Largada con el primer top, limpios y rumbo directo a la Torre Oyarbide, globo a tope, adrizar, preparar el mate y los primero tentempiés. Guardias armadas, el Fortuna III que no se nos escapaba. Negadita antes de la marca, genoa, la damos a las 19 sólo unos minutos detrás del Mercenario, y delante del Antonino AMEX. Agua transparente, algunas siestitas. Refrescada a la madrugada, 14 nudos con el mismo globo que izamos en Dársena, el Antonino AMEX que nos hacía el aguante se hace chiquito en la popa, palma la driza de spi cuando Alfredo iba al timón barrenando olas a 15 knts. Creo que dimos San Clemente a las 3. Mayor y genoa y la costa argentina que pasa a las chapas. El amanecer nos encontró afuera de la canaleta, ya casi en la latitud de Villa Gessel.
Unas millas antes de la llegada, la que palma es la driza de mayor, que sería reemplazada rápidamente por el amantillo. Para variar, en la tarde de MDQ el viento se fue al S, y con unos 25 nudos entramos haciendo bordes y ciñendo a rabiar con una mano de rizos a las 18:59, lo que nos dio un tiempo de regata de 30 horas y 59 minutos. Resultado en corregido: 3er puesto detrás del Agostina (1º) y Kai Vai, 2º, quien nos ganó por el módico tiempo de 59 segundos!! Bien por el Tinto!! Todas las fotos están en: http://picasaweb.google.es/velerotinto/MDQRegata20009#