Salimos de Buenos Aires en el Buquebus a Montevideo de las
15:30 del jueves, con un diluvio que no se veía la proa del buque. Ómnibus a
Punta del Este de la misma empresa que esponsoreaba y llegada también debajo de un diluvio. Por supuesto el
estomago pudo mas y terminamos en La Pasiva comiendo tremendos chivitos.
La tripula de vuelta éramos 3 Tagles, Sergio, Maria y
Marcos, José Marcos Payaslian, Alfredo Corvalan, Santi Gimenez , mi hijo no mi hermano, Gustavo Maver , Sebastian
Ruiz, Toto Silveyra
que se paso toda la semana en Punta del Este de luna de miel, Martín Corrales a
quien convencimos que sigue siendo mejor navegar que volar, y yo. Cartón lleno.
Todo lo agradable del prono de la ida estaba claro que lo
teníamos que pagar en algún momento y fue a la vuelta, y empezamos a pagar la
misma noche del jueves en el puerto. Volviendo de los chivitos llegamos al
Tinto con 50 nudos del N en la escollera, los barcos totalmente escorados y el
barco tan separado de la escollera que el único que pudo subir fue Martín, y
ahí quedo solo toda la noche! El puerto de Punta del Este, como varios puertos
deportivos uruguayos, tiene un muy mal reparo de los vientos del norte, y se
formaban olas incluso dentro del puerto. El resto de la tripula…a dormir a un
depto vacío arriba de colchones sin sabanas ni frazadas, todo esto a la una de
la mañana.
El viernes amaneció con el puerto cerrado, con vientos de SW
y olas enormes y todas las tripulaciones alistando barcos en el puerto como si
fuéramos a partir. A la tarde el viento
empezó a amainar, tal como decía el prono, pero se mantenía firme y con mucha
ola.
Unos 30 barcos decidieron no largar, y allá fuimos los otros
80.
A las 6 hs uruguayas, una sola largada con fuerte viento y
ola del SSW que entraba por la Boca Chica entre el puerto y la Gorriti, de 80
barcos con rumbo a Banquitos, Flores, la zoretera, Km 2 del canal de acceso y a
casa. Por orden de la CR todos con salvavidas, buena decisión.
Lindísima largada en general y muy buena la del Tinto. La pierna hasta
Banquitos es muy corta pero fuimos barrenando hasta la boya llegando segundos
detrás del Verónica (ufa otra vez!!). Orzada por la playa mansa y pusimos rumbo
a Punta Ballena. Fuimos zurciendo toda la costa hasta Piriapolis (literalmente
haciendo bordes sobre las rompientes!) con el Verónica, el María María, y un
Nativo 38 el Tehuelche, que hasta ahí hizo una increíble pierna. No nos
podíamos despegar. Maver había navegado en el Tehuelche a Río Grande do Sul, y
nos venia haciendo los cuentos del barco. Mas adentro veíamos al Esperanza
tirando un borde largo corriente en
contra hacia la Isla de Flores.
Otra vez respondiendo al prono, el viento fue bajando y
corriéndose al N, hasta que entramos en una calma espantosa después del
atardecer. Me toco una guardia de esas
que uno quiere estar durmiendo porque no soplaba nada y la única discusión en
cubierta era si teníamos que fondear, o dejarnos llevar por la corriente, o
cambiar de rumbo para tratar de movernos. Por supuesto media hora antes de
dejar la guardia se empezó a levantar una brisa que hizo arrancar al Tinto
hasta los 6 nudos. Ya se veía la Isla de Flores.
Habíamos dividido la guardias en “la joven”, que estaba a
cargo de Martín Corrales de premio a haberse bancado toda la noche abordo en la
coctelera del puerto, con Paya, Alfredo, Santi, Marcos, y Sebastian, o lo que
quedaba de el, porque el pobre se mareo mal en Gorriti, donde empezó a vomitar,
y se repuso en La Plata! En el medio a los gritos abrazado al balde. Tengo que
reconocer que a pesar de estar liquidado el pobre Sebas nunca molesto a nadie.
La guardia “experimentada” éramos Maver, Sergio y María, Toto y yo.
Retomamos la guardia en el Cerro de Montevideo tirando otra
vez bordes a la costa porque el borde afuera era matador y con corriente en
contra. En Panela se empezó a levantar viento otra vez fuerte y otra vez del
SSW. Llego la primera mano de rizos, la segunda, y con los 35 nudos y más
bajamos la mayor y veníamos ciñendo solo con el Genoa a más de 8 nudos. Me tocó
navegar en la misma situación y sin
mayor, aunque con mas viento en las 500 millas del 2010 con Nahito Ramayon, y la
verdad que el Tinto se comporta de maravilla con esa configuración y viento. También
lo repetimos con Martín volviendo de Brasil y se navega muy cómodo.
Muchas horas de mas de 30 nudos, ola de jeta y muy molesta y
un VMG bien pobre, hicieron que nos fuéramos cansando. Difícil comer, moverse y
descansar. La mayor subía y volvía a
bajar con cada amague del viento que podría amainar, y no lo hacia. Salvo
Sebastian que seguía abrazado al balde, toda la tripula se la banco laburando
muy bien y sin chistar. Apenas unos panchos, tarta Pascualina fría y alguna
fruta en toda la noche…lejos de lo acostumbrado en la cocina del Tinto.
La estrategia merece un capitulo aparte. Toda la flota se
fue a la costa uruguaya, no se si por hacer la de siempre o empujados por el
viento. EL Tinto…tremendo chino a la costa argentina, y fuimos a dar a
Magdalena! Esperábamos que el viento se fuera del SW al S, y quizás al SE en la
tarde, y nos dejara entrar de borde. Participar en una regata con 80 barcos y
no ver a nadie cerca es una sensación, por lo menos …rara.
Seguimos tirando bordes duros, hasta que a la tarde empezó a
amainar y a correrse para atrás. Amainó
tanto que la rada de La Plata la pasamos muy despacio, y la entrada al
canal de Acceso a Buenos Aires fue a pura corriente a favor y con el Náutico II en la proa, y no se veía a
nadie más.
Resultados a la llegada a las 4 de la mañana: primeros en la
serie A de ORC Club, y cuartos en la general de ORC…un lujo! 35 horas de regata
de vuelta, pocas veces visto!
Desde Dársena Norte, y hasta el club con el Nautico II a la
rastra que andaba con problemas de motor, nos comimos todo lo que el viento “no
nos dejó” durante la regata!!
Otra vez una excelente tripulación que se banco una regata
muy dura con mucho trabajo y también mucho humor. Gracias a todos!!!